Skip to content Skip to left sidebar Skip to footer

Los temporales devoran la playa de A Magdalena

LOS TEMPORALES DEVORAN LA PLAYA DE A MAGDALENA

Los temporales de las últimas semanas han socavado la playa de A Magdalena, devorando la arena hasta dejar al descubierto la empalizada e incluso horadar por detrás. La situación se agrava cada invierno. El Concello defiende la labor de la plataforma constituida para defender este entorno y urge a Costas a elaborar el comprometido estudio de impacto ambiental. «Iso é prioritario, un estudo integral. A Rafael Eimil [jefe de la Demarcación de Costas de Galicia] recordámoslle a promesa de facelo e sabemos que o custe é duns 30.000 euros, unha nimiedade respecto ao que se leva gastado na praia», remarca Camilo Casal, segundo teniente de alcalde y responsable del área de Medio Ambiente.

Tanto Casal como el regidor, Pablo Moreda, recuerdan que Eimil también se comprometió a reunirse con los integrantes de la plataforma, en Cedeira, y contestar a las inquietudes de los vecinos en torno a este asunto. «Que cumpra e informe da evolución do areal desde hai 30 anos», pide Casal. El gobierno cedeirés, formado por PSOE, BNG y Anova, también ha abordado este tema con Portos de Galicia, «porque sabemos que hai puntos negros e pretendemos que haxa un control maior e que se poña a funcionar ben o saneamento dos edificios do peirao, a lonxa, o local da Cruz Vermella, a Casa do Mar, as chabolas dos mariñeiros», indica Casal. «En Portos están receptivos e explicáronnos que pretenden instalar dúas mini depuradoras porque conectar coa estación principal, a máis dun quilómetro de distancia, non é viable economicamente», abunda, convencido de que solo una actuación integral puede solucionar el problema. El Concello se opondrá a cualquier nueva actuación de Costas mientras no se redacte el estudio ambiental, condicionado por Eimil «a que se aproben os orzamentos do Estado».

Fonte: La Voz de Galicia

Pode consultar a nova na seguinte ligazón:

IR Á LIGAZÓN Los temporales devoran la playa de A Magdalena